Muchas veces llegan clientes con la eterna cuestión "no sé qué poner en la web", "no sé cómo expresar lo que hago", "es difícil transmitir lo que quiero comunicar"... Obviamente es complicado hablar y pararse a pensar en cómo transmitir lo que hacen o los productos y servicios que ofrecen. Es algo que ellos saben perfectamente, pero no saben cómo explicarlo a los demás para que sean conscientes y entiendan a la perfección a lo que se dedican y lo que les diferencia de sus competidores.
Nosotros obviamente guiaremos al cliente y junto con todo el equipo idearemos la mejor forma de comunicar y mostrar sus servicios, filosofía y saber hacer, apoyándole y aconsejándole la mejor forma de mostrar lo que quiera mostrar.
Habrá, cómo no, "apartados básicos" y que no falten como: servicios, trabajos realizados, contacto, mapa de localización... Pero habrá otras cosas que habrá que determinar dependiendo del proyecto con el que nos encontremos y con las necesidades del cliente.
Nosotros llevaremos "la voz cantante" a la hora de decir:
- "Cómo" lo muestro: Mediante imágenes y llamadas de atención muy visuales. La imagen es un aspecto fundamental en una página web, tan importante como el resto del contenido, ya que en un texto necesitaremos al menos unos segundos para leerlos y comprender el mensaje de éstos, sin embargo en una imagen será captado de inmediato. Nosotros pensaremos qué imágenes creamos para captar la atención y en un par de segundos hacer que el usuario comprenda el mensaje que intentamos transmitir.
- "Dónde" lo muestro: En el home, en una página secundaria, en un apartado dentro de una subcategoría... Depende de lo que queramos comunicar. Una "súper oferta" exclusiva para un producto en un determinado periodo de tiempo que queramos que llegue en primer lugar al usuario, es posible que su mejor lugar para mostrarse no sea, por ejemplo, dentro de un párrafo perteneciente a una subpágina de una categoría de productos.
- "Cuánto" lo muestro: A veces la intención de que una determinada información no pase desapercibida para el usuario, provoca una excesiva repetición de dicha información. Debemos intentar no convertir ese mensaje en "spam", ya que al final el usuario inconscientemente la obviará y se producirá el efecto contrario al que se pretendía en un inicio.
Pero el cliente debe ser el que nos facilite el "Qué" mostramos. Por mucho apoyo que le demos para decidir qué mostrar y le orientemos, él y sólo él conoce su negocio en profundidad, y es él el único que al final va a tener la autoridad de decidir qué contenidos va a incluir en su web, desde los productos y servicios, qué le diferencia de la competencia, cómo realizan su trabajo y por qué deberían contratarle hasta saber dónde cortar el flujo de información y no excederse en mostrar su forma de trabajar para no ofrecer información extra a su competencia.
Por lo tanto y como conclusión, lo ideal a la hora de crear el contenido para una web, es que lo desarrolle el cliente apoyado y asesorado por especialistas en desarrollo web.
